Son las 10:50 del 23 de abril de 2014. Mi mente todavía vaga entre sábanas suaves y pelos despeinados, pero mi cuerpo deambula por el metro de Barcelona en dirección a plaça Catalunya. Salgo del metro y ¡BUM! un Corte Inglés cubierto de libros y lectores que corretean sin parar y crean colas que asustarían al mismísimo presidente de Port Aventura. Vale, con esto último me he pasado.
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Las Ramblas en Sant Jordi. |
Care Santos, la autora en cuestión, llega muy puntual a su asiento (para los que no habéis estado en Barcelona en este día de cualquier otro año, que un autor llegue a su hora es algo poco frecuente debido al ritmo frenético de firmas y sitios para los que se tienen que partir en dos), y en un periquete llega mi turno. Como escritora me gusta, pero como persona debo destacar que muestra mucho interés por sus lectores y también mucho agradecimiento a todo aquel que se ha hecho con una copia de un libro suyo. Ya tengo L'aire que respires firmado y me voy sin una fotografía con ella porque mi inteligencia desbordante ha impedido que el dia anterior eliminase archivos para dejar espacio en la memoria del móvil.
Estando en la misma caseta conozco a Maria del blog Literatura estrambótica y a una amiga suya e intercambiamos puntos de libro y literalmente cuatro palabras. Aprovecho que es su turno con Care y visito a Bernardo Atxaga, otro de los escritores de mi lista. Increíblemente atento y despreocupadamente artístico con su dedicatoria.
Unos minutos más tarde, a eso de las 11:45, me dirijo hacia la caseta de Abacus en plaça Catalunya para asistir a la firma de Jordi Sierra i Fabra. Todavía faltan unos minutos para que su firma comience y me aburro como una ostra haciendo cola sin compañía. Me reencuentro con Maria y su amiga (no recuerdo tu nombre pero eso se solucionará en cuanto leas esta entrada jajaja). A los pocos minutos llegan el autor y nuestro turno. Tengo un dia de suerte: otro escritor ejemplar, profesional y divertidísimo. Nos explica anécdotas de los libros que hemos llevado para que nos firme y se alegra de firmar el primer ejemplar de Desnuda desde su publicación (lo lleva Maria). Con autores como estos da rabia no haber leído mayor parte de su obra. Os dejo una foto poco favorecedora pero muy bonita que nos hicimos con el escritor :D
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Fotografía tomada por la amiga de Maria. |
Por mala suerte para mí, a las 12:00 debo buscar un sitio para comer, algo complicado en un día como este, y así llegar al trabajo puntual. Toca despedirme de mis dos nuevas amigas pero prometo tanto en persona como a través del blog que ésta no es la última vez que las veo. Como y me sobra un poco de tiempo que aprovecho para pasear por las Ramblas en dirección a mi librería y ¡oh, qué olor a rosas! Las Ramblas no sólo estaban llenas de gente, sino que también de familias, partidos políticos, asociaciones y librerías archiconocidas que han puesto la paradita con las novedades literarias del año o con libros de segunda mano a precios inmejorables. Caen El club de la buena estrella, de Amy Tan (2€), y El laberinto de la rosa, de Titania Hardie (5€). Al comprar estos dos libros he colaborado con dos asociaciones de personas discapacitadas, iniciativa que espero que se potencie más en los próximos años en un día que está "fabricado" para compartir.
La tarde y mi primera experiencia como librera durante Sant Jordi son magníficas y recibo mi primera y única rosa: una aguja para colgar en mi chaleco de trabajo. También atiendo a tropocientas personas con una cara que irradia felicidad y allí veo a dos blogueros muy majos (Mike y Jenn), que se encuentran con que el libro que buscan se ha agotado hoy mismo.
A eso de las 20:05 y con la jornada terminada, me dirijo a casa de mi pareja, a quien doy su Sant Jordi, y él me comunica que el mío está en camino. Ya he visto qué me espera y sólo puedo decir "mwahahaha". Son dos libros espectaculares completamente desconocidos para mí hasta hoy, con una puntuación media de entre 4 y 5 estrellas en Goodreads y que me muero por enseñar a todo el mundo YA (ya de adverbio, no de young adult). ¡Ah! Y mi querida madre me regala, como cada año, un libro por su parte. Este año ha sido Por el camino de Swann, de Marcel Proust. Libro inquietante y edición espectacular.
FIN
LO MEJOR: Todo.
LO PEOR: Ver a la Esteban siendo vitoreada por abuelas de todas las edades por haber "escrito" un libro. Porque sí, queridos lectores; hay chicas jóvenes que ya llevan vida de abuela y no se pierden un Sálvame.
PD: Como habréis visto, ni menciono las rosas. El origen de la tradición es precioso pero no soy partidaria de regalar flores cortadas; prefiero que me las regalen en tiesto o, en su defecto, que me regalen un jardín. Opino que para el día del holocausto botánico es más memorable regalar una rosa artesanal que dure toda la vida.
PD: Como habréis visto, ni menciono las rosas. El origen de la tradición es precioso pero no soy partidaria de regalar flores cortadas; prefiero que me las regalen en tiesto o, en su defecto, que me regalen un jardín. Opino que para el día del holocausto botánico es más memorable regalar una rosa artesanal que dure toda la vida.