Un mes más, no he hincado el dedo a tantos libros como me hubiera gustado. Pero eh, que no haya leído cantidad no quiere decir que no haya leído calidad: este mes he añadido dos libros nuevos a mi lista de libros favoritos: From the Mixed-Up Files of Mrs. Basil E. Frankweiler y La biblioteca mágica de Bibbi Bokken. Esperaba terminarlos con la sensación de haber vivido algo épico y realmente ha sido así. No os digo más en esta entrada porque profundizo más en estos dos títulos en sus respectivas reseñas (enlace haciendo clic en el título).
No obstante, de mi ya mencionado viaje a la biblioteca, también he tenido dos desencuentros desafortunados con los otros dos libros de la imagen. La Jette i els llibreters (en castellano, Jette y los libreros) es un libro que trata sobre el abuso de menores. Exacto, nada de libros, y encima no se avisa en la sinopsis. Estoy segura de que el libro se escribió en un momento social en el que desgracias como ésta eran más frecuentes de lo que habían sido los años anteriores, algo así como para paliar las necesidades de una moda. No sólo me ha decepcionado por esto que comento, sino que tampoco me ha transmitido una finalidad más allá de la de "no te fíes de nadie".
Prohibido leer a Lewis Carroll tampoco ha sido plato de mi gusto. El planteamiento del libro es genial: giros inesperados en la trama, algún que otro personaje memorable y una base histórica muy estudiada con respecto a las personas que sirvieron de inspiración en la creación de los personajes de Alicia y Peter Pan. Por desgracia, los autores quisieron forzar la historia para ser más aceptada por el público infantil y, a todo lo anterior sumaron una institutriz francesa con la única capacidad de estropear todo lo que le queda cerca. De verdad, me he encontrado con escenas surrealistas y completamente fuera de trama como cuando dicha institutriz aparece con una escoba que tiene un palo muy largo en una sala donde el dueño de la mansión guarda la porcelana que colecciona. Deduzco que la finalidad de estas desventuras es provocar la risa de los niños, pero se está cometiendo un error: ser niño no es sinónimo de ser un tonto impresionable.
A todo esto,
FAVORITO DEL MES
Bibbi Bokken me ha enamorado, pero la sensación de felicidad extrema que tuve al terminar From the Mixed-Up Files of Mrs. Basil E. Frankweiler no es comparable a nada que haya experimentado antes.
DUDO QUE VUELVA A LEER...
Más bien, no volveré a leer La Jette i els llibreters. Las razones están arriba.
Nos leemos en la próxima entrada, que será mi crónica sobre la genial Feria del libro de Madrid y la adorable Blogger Lit Con. STAY TUNED